DESPENALIZACIÓN: ARGUMENTOS VERSUS INTOLERANCIA

Por H.A.

Hay un olorcito en el aire y no es sólo el mismo olor a porro que se viene sintiendo desde hace años a lo largo de todo el país. Hay olor a despenalización. Las expresiones púbicas de Aníbal Fernández, de Eugenio Raúl Zaffaroni , de Victoria Donda y de tantos otros. La repercusión del caso Matías Faray. Las 25.000 personas que acudieron a la marcha por la legalización en todo el país. Todo esto se suma a la patética falta de argumentos de los defensores de la vieja ley de drogas.

Este post consta de dos partes, con los mismos protagonistas, en dos momentos diferentes con casi un mes de separación. Gerardo Rozín, en su programa nocturno de C5N, entrevista y contrapone, cara a cara, a Sebastián Basalo, director de la revista sobre la cultura canábica THC, con Claudio Izaguirre, titular de la AARA, Asociación Antidrogas de la República Argentina. El debate, que prometía, cumplió y por eso Rozín decidió juntarlos nuevamente, con resultados todavía más interesantes.

 Marihuana: el debate. Parte 1

Sin embargo, empecemos por el principio. 11 de mayo del 2011, a días de la Marcha Mundial de la Marihuana, con el caso Faray en plena repercusión y con la tapa del día de Libre con Sofía Gala fumándose un porro. El debate entre estos opuestos absolutos, que puede verse en el video, comenzó con una correcta exposición de Sebastián Basalo sobre su posición, pese a las chicanas sobre si es legal o no su revista y las caras sobradoras de Claudio Izaguirre que se mantuvieron a lo largo de toda la entrevista. El principal argumento de Basalo (y de todos los que apoyamos la despenalización) es que si prohibís el cultivo, fomentás el narcotráfico. A esto, Claudio Izaguirre le responde citando a Juan Pablo II “quien estaba muy por encima de cualquiera de nosotros” que decía, con un argumento rarísimo, que no se puede combatir a la droga con más droga. Habría que preguntarle esto también a los que sostienen que Charly está mejor ahora que antes, pero esa es otra discusión.

Además de la cita a JPII, Claudio Izaguirre continúa citando a otras eminencias, responsables de la ley actual 23.737 como el siempre vinculado a la venta de drogas Eduardo Duhalde o Alberto Lestelle, secretario de Lucha contra el Narcotráfico durante el gobierno de Menem,  con el objetivo de defender el modelo penal actual. Ante esto, nuevamente con muchísima claridad y argumentos, Basalo retruca con números y casos particulares porqué la ley 23.737 no funciona. Izaguirre, superado ampliamente en la discusión, apela al (y cito textual) “profundo daño que le hacés a los pibes de mi país, en algunos años te vas a arrepentir y te vas a sentir muy mal con vos por las cosas que escribís en esa revista”

De ahí hasta el final de esta primera parte, se mantiene una constante. Izaguirre hablando, Basalo retrucando todo con perfecta retórica y el titular de la AARA apelando a golpes bajos, llegando al caso extremo cuando dice (y otra vez literal) “¿Qué es lo que quiere la gente? ¿Qué es lo que quiere el ciudadano argentino? ¿Cuántas personas fueron a tu marcha? ¿1000 personas? Somos 40 millones” Ante la correción de que a las marchas fueron 25000 personas, Izaguirre argumentó, vaya uno a saber siguiendo qué lógica, que todos los que NO fueron están en contra de la despenalización. El programa terminó, con promesa de un nuevo encuentro.

 Marihuana: el debate. Parte 2

El 31 de mayo del 2011, 20 días después del primer encuentro, Gerardo Rozín enfrentó nuevamente a ambos representantes del debate y esta vez la cosa se puso más caliente. Nuevamente, Sebastián Basalo enuncia casos de personas encarceladas por tenencia simple y cita en particular, entre las acostumbradas caras burlonas de Izaguirre, el caso de William Vargas de 19 años, torturado en una cárcel de Mendoza por tener 7 plantas. A lo que, con poco sentido del tacto, Izaguirre preguntó si era el chico “ese que quiso prender un cigarrillo de marihuana en el tribunal”. Obviamente Basalo se lo comió crudo diciéndole que no se podía burlar así de una persona que fue torturada. Rozín terminó mediando, como a lo largo de toda la entrevista, para que Izaguirre no quede tan fascista como, de todas maneras, terminó quedando.

Momentos más tarde, el impresentable Claudio Izaguirre afirma, con supuesto conocimiento de causa, que una planta de marihuana da 2000 (sic) cigarrillos de marihuana. Hasta Rozín se sintió obligado a decirle que estaba meando fuera del tarro.

Acto seguido, Izaguirre afirmo que 17 plantas (aumentando en 10 el número real de plantas de William Vargas), es “para vender o para regalar, que para el caso es lo mismo. Es para dañar al otro, es dañar a un tercero” y ahí nomás volvió a atacar a Basallo por la revista THC, esta vez, con golpes todavía más bajos, diciendo que no sólo daña a los pibes sino también a “familias enteras”.

El debate, por fin, terminó en la discusión de la ley de drogas actual y, una vez más, Basalo argumentó más y mejor ante un Izaguirre que optó por mentir descaradamente diciendo que desde 1989 en Argentina “no hay un solo juez que mande a un pibe a un penal por un faso” y que los vendedores de droga llegan al juzgado y se hacen pasar por consumidores.

 

Con mucha inteligencia, Basalo le retruca que “Acabás de decir, Claudio, que tu ley, la actual ley promueve la venta minorista. Yo te estoy diciendo que (con la nueva ley) quiero solucionar la venta minorista que vos querés favorecer”. Claudio Izaguirre, titular de la AARA, Asociación Antidrogas de la República Argentina, no aguanta la derrota argumental y le lanza un vaso de agua a Basalo mientras le grita “La puta que te parió, me tratás de narco la concha de tu madre. Me tratás de narco a mi, gil. El narco sos vos, rata. Sos una rata inmunda. Me tratás de narco ¿Por qué no me lo decís en la calle?” Y en otro acto de genialidad, Basalo, que venía guardando el dato para tirarlo como una bomba incendiaria, retruca “defendés la venta minorista de drogas y también encabezaste una marcha con Biondini el líder del partido neonazi, marcha a la que fueron 15 personas” Izaguirre, ya sin argumentos, repite sin parar “vos sos el que envenena a los pibes, vos sos el que envenena a los pibes”. En el medio, Rozín más preocupado porque el ya esta altura indefendiblemente facho Claudio Izaguirre no cometa otro suicido público, que por permitirle a Sebastián Basalo expresar los argumentos con los que, sin dudas, la despenalización dio otro paso para ser una realidad.