El presidenciable de hoy, decía niño ayer en una lengua única: «nunca nadie es culpable por sí solo de lo que pasa, es un poco las reglas del juego en las que uno se tiene que desenvolver y en el acceso a esas reglas siempre hay huecos donde siempre alguien se puede filtrar y permitir que se desarrolle esta sociedad entre burocracia y algunas empresas. al final, la mejor manera de que se acabe es cuando no hay más plata. cuando no hay más plata, sí que se acaba»: