- Liu Xinhong, un obispo chino
En estos Juegos Olímpicos, los chinos no podrán preguntar ni por la edad ni por el sueldo. Obviamente, el sexo tampoco está permitido.
En el centro de Beijing hay simpáticos careteles con los «Ocho no preguntes». Esta es una base sobre los modales que los locales deben mantener en sus conversaciones con visitantes extranjeros o con atletas discapacitados durante Beijing 2008.
Esta locura fue propuesta por el departamento de propaganda del barrio de Dongcheng para instruir a los chinos sobre «la manera correcta de recibir a los extranjeros», dijo una vocera del distrito.
En el barrio de Dongcheng están ubicadas la Plaza Tienanmen, la Ciudad Prohibida, y el Gimnasio Obrero de Beijing, la sede del boxeo en los juegos.
Hu Jintao con Néstor Kirchner en China
En un cartel que dice «Etiqueta al comunicarse con los extranjeros» se pide que no se pregunte a los extranjeros sobre de su edad, ingresos, amor, sexo, salud, política, religión o experiencias personales.
«Es normal para los chinos hacer esa clase de preguntas cuando conocen a alguien, pero los extranjeros responden negativamente a semejantes preguntas», dijo Wang Zhaoqian, vocera de la municipalidad de Beijing.
«Al educar a los locales, esperamos que adquieran sensibilidad social en el trato con los visitantes», añadió.
Otro cartel enseña cómo hablar con personas discapacitadas. Evitar frases tales como «ahí arriba» o «para allá» cuando se habla con personas de visión limitada, o «está detrás de ti» cuando el interlocutor es un atleta discapacitado va a ser clave para los chinos que quieran ser sociables.
Hay frases recomendadas, también, como «eres extraordinario» o «eres realmente maravilloso».
El gobierno quiere mejorar la imagen de China durante los Beijing 2008. Se han realizado campañas para que los ciudadanos nativos aprendan a hacer cola pacientemente, dejen de escupir y respeten las señales de tránsito.
Asiáticos curiosos de occidentalismo.