El votante de Milei le dio una vida más al kirchnerismo. Y también a Macri. Eligió la grieta sobre la vida «normal» (charlas insustanciales moduladas por el sonido monocorde de un reordenamiento fiscal y, en un futuro, el de los superávit gemelos).
No habrá vida normal. Habrá tensiones hasta la exageración. Habrá hiper.
Habrá una sociedad más politizada que nunca.