A 37 años del golpe cívico-militar-clerical Narrenschiff fue a los actos conmemorativos que las diferentes facciones políticas de la democracia hicieron en Bahía Blanca. Esta trigésimo séptima celebración no es una celebración más. Se da en un contexto complejo. Por un lado, a nivel nacional, en el marco de la aparición en los medios masivos de caras pasadas a esta altura por un filtro violeta. José Alfredo Martínez De Hoz, el cráneo del plan económico de la dictadura, hace unos días murió siendo procesado por delitos de Lesa Humanidad, después de que en 2007 se dictara como nulo el indulto que Menem firmó en el año ´90. Y Jorge Rafael Videla, para nada muerto pero también procesado, llamó a un alzamiento de las fuerzas armadas, específicamente, en contra del kirchnerismo. En el medio local, aparecieron pintadas de una agrupación fantasma en el mac (museo de arte contemporáneo) y en una escuela pública que rezan: «24 de Marzo día de la venganza terrorista». Por otro lado, en el otro vértice de las cosas, es el primer acto conmemorativo que se celebra con genocidas presos. En Bahía Blanca, con una condena que dicta cadena perpetua a 14 militares del Vº cuerpo y varios años de prisión efectiva para otros tres. No es una celebración más, tampoco, en prospectiva. En Bahía Blanca, por el desarrollo de los juicios por delitos de Lesa Humanidad a represores de la Armada, donde se infiere que «la pata civil», como suele llamarse, podría quedar expuesta. En este caso, por la responsabilidad de un medio hegemónico local, como lo es el diario La Nueva Provincia. A continuación, el informe: