En 1903 Albert Todd, un ciudadano de Denver (Colorado) patentó un dispositivo para evitar la masturbación y prevenir literalmente el «auto-abuso», que funcionaba (o funciona en realidad) mediante una alarma estridente en caso de una posible erección, y sobre todo mediante descargas eléctricas a quien tuviera puesto el cinturón.
Acá los documentos de esa patente de principio de siglo, el entramado completo del sofisticado mecanismo, explicado por el propio Albert Todd en Seguir leyendo: Sigue leyendo